SI SE PUDO
Si se puede! Fue la expresión que más escuché el domingo 26 de febrero de 2012 durante mi primera participación en un maratón, en este caso el Maratón CAF 2012. Ese “Si se puede” estimulaba a los 6000 corredores que decidieron aventurarse a correr 21K o 42K, en mi caso era mi primera experiencia y debo decir que la disfruté muchísimo y fue ligeramente diferente a como tenia pensado que sería.
De hecho las últimas dos semanas dejé de escribir este blog para drenar la ansiedad que me generaba enfrentarme por primera vez a un desafío de tal magnitud. Que pasaba por mi mente? Bueno, sencillamente pensaba en como iría a terminar la carrera? Como me iría a sentir después de los 32k? llegaré con suficientes fuerzas como para cruzar de pie la meta? Vomitaré en el camino? Como se comportará la rodilla que me molestaba durante las últimas semanas de entrenamiento? Me dolerá la cabeza debido al esfuerzo tan grande? En fin, una cantidad de cosas que pasaban por mi mente y que imagino también pensaban muchos de los que correrían su primer maratón.
Todos me comentaban que correr 26.2 millas conllevaba un esfuerzo mental y físico para el cual había que prepararse muy bien, no solo con grandes distancias recorridas, sino que había que trabajar la concentración para cuando nos topáramos con la llamada “pared”, y ahí es donde pensaba que podía quebrarme. Por el contrario debo admitir que para mi esta experiencia fue mas un esfuerzo físico que mental, no significa que fue fácil no; solo que en el momento en que perdí las fuerzas simplemente me dediqué a disfrutar de la ruta al ritmo que me daba el cuerpo y tener la paciencia para llegar a la meta y nunca pensé en abandonar ni nada por el estilo, por el contrario a esa altura de la carrera ya las piernas comenzaban a flaquear, pero yo era parte de esa fiesta y no iba a faltar al final.
Y precisamente una fiesta es lo que me encontré a lo largo de la ruta, siempre pensaba como me iría a sentir estando en el corral de salida de un maratón y justo a las 6am cuando arrancó la carrera, como por arte de magia comenzaron a pasar los metros debajo de mis pies y sin darme cuenta estaba formando parte del pelotón que recorría la ciudad en la cual nací. Desde la salida muchísima gente estaba apostada en los costados de las calles y avenidas recorridas aupando a los atletas y la camaradería entre los mismos corredores era algo palpable en el ambiente, como cuando en la avenida Bolívar nos pasaron dos señores con franelas de Colombia y casi al unísono el grupo que íbamos pegados al pacer de 4:30 les gritamos “Arriba Colombia”.
También tenia dudas sobre los primeros 15 o 18 kilómetros de la ruta ya que nunca había corrido por la zona de San Martin, La Vega, EL Paraíso y la Avenida Victoria; sin embargo era tan emocionante lo que estaba viendo a mi alrededor que creo fue la parte que mas disfruté de la carrera. Desde la salida y por buena parte de la Avenida San Martin compartí con Cesar González @CesarGonzalezU conversando agradablemente sobre cosas que ya ni me acuerdo hasta que recordé que siempre que hablaba mucho en los “largos”, terminaba con dolores abdominales por lo que al alejarse Cesar decidí hacer el resto de la carrera en silencio.
El grupo 4 horas 30 minutos liderizados por los pacers Gabriel Quintero y Teddy Tovar íbamos muy unidos, graníticamente compactados hasta tal punto que otros corredores al pasarnos por un lado se preguntaban “y por que ellos van así tan juntos?”, cosa que pude constatar luego en algunas fotos. Justo en el kilometro 26 comencé a quedarme rezagado del grupo de 4:30 y al llegar al kilometro 32 comenzó realmente mi accionar más lento. Ahí fue cuando poco a poco sabía que iba a llegar a la meta solo si mantenía la paciencia, la más grande de todas las virtudes y la más difícil de alcanzar.
Al llegar al km 39 me encontré con mi hermano que me acompañó los últimos 3 kilómetros y fue el impulso que necesitaba para completar el maratón. Al llegar a la meta y ver a mi esposa, mi hija, mi madre y mi cuñada y su hija, se me vinieron una serie de pensamientos a la mente que hicieron se me salieran las lagrimas, en especial al recordar que hace 4 años estuvimos a punto de perder la vida y tiempo después estaba culminando mi primer 42k.
Por todo eso y mucho mas, es que he decidió dedicar un pedazo de mi medalla a todos los que de una u otra manera colaboraron para lograr esta meta.
Un pedazo de esta medalla es para:
· Dios por permitirme asumir el reto de correr un maratón y culminarlo…
· Mi esposa Dayana @dalexa1973 y mi hija María Alexandra por apoyarme siempre en mis locuras, las amo…
· Mi mama Teresa y mi hermano Wilmer por ser mi punto de apoyo y mi cable a tierra…
· Mis dos ángeles que me protegen desde el cielo…
· Maikel Melamed quien con su ejemplo me demostró que si se puede…
· El pana David Márquez ya que fue el primero en decirme que siguiera adelante, que si podía hacer un 42k…
· Todos los panas de @RunnersVzla por motivarnos a correr, gracias…
· @manny2santos porque desde el primer día en la Plaza Los Palos Grandes me apoyó para lograr la meta…
· @Tito558 porque siempre es un placer correr y conversar con este keni…
· Todos los GuacoLarguitoRunners @pattycdavila @marwincampos @Jlnoronhac @eduardopimen por haber logrado este grupo tan emotivo y buena vibra, vienen retos mayores...
· @mejiasy Jefferson Mejías que nunca dudó en hacerme sentir que estaba apto para ir a recoger mi medalla, gracias doble colega…
· Nuevamente el pana José Luis Noronhac porque de la nada resultó ser mi llave en la mayoría de los largos…
· El pana Cesar López por ser uno de mis partners en esto del running…
· Luis Terán @luteran78 por el apoyo en los largos con el agua que nos salvaba cuando ya estábamos fundidos…
· Kelly Quiroz @kyliequiroz quien resultó ser un excelente apoyo antes, durante y después de la carrera, vamos por mas…
· @VINCE8A por ser un ejemplo a seguir en esto del running…
· Los panas @ssubero @Gh3nd3r @arthidalgo @lers1971 por mantener a @RunnersVzla en movimiento…
· La amiga @bitacorafitness siempre con esa buena vibra y motivándonos a estar activos...
· Para todos los que por motivo de espacio no puedo mencionar pero saben que están presente en mis carreras…
El cielo es el límite y estoy seguro que así como antes de terminar el maratón ya estaba pensado en el próximo, muchos de ustedes estarán ahí cuando eso suceda. Nos vemos en el asfalto…
